Ifi xDSD Gryphon
- Fernando Alday
- hace 4 días
- 7 Min. de lectura
Un compacto DAC/AMP para llevar la música contigo a donde sea que vayas.

El mundo del audio portátil ha evolucionado con rapidez y, gracias a ello, hoy es posible lograr experiencias cercanas al hifi incluso desde un teléfono móvil. Sin embargo, para exprimir al máximo el potencial de unos buenos auriculares, especialmente modelos exigentes o de gama media-alta, se requiere un DAC/amplificador competente. En ese escenario entra el iFi xDSD Gryphon, una propuesta que combina portabilidad, conectividad versátil y una presentación sonora cuidada, sin sacrificar control, claridad ni musicalidad.
iFi Audio es una empresa británica especializada en tecnología de audio de alta fidelidad, fundada en 2012. Con sede en Reino Unido, iFi Audio diseña, desarrolla y fabrica más de 50 productos que abarcan desde DACs, amplificadores de auriculares y preamplificadores, hasta acondicionadores de energía y accesorios. La compañía se destaca por su enfoque en la innovación tecnológica, incorporando componentes de alta calidad. Acompáñenme entonces a ver de qué es capaz El Gryphon.
Construcción.
Visualmente, el xDSD Gryphon transmite calidad desde el primer contacto. Su chasis de aluminio cepillado en gris oscuro tiene un diseño orgánico, con ligeras curvas en los bordes y un acabado que combina elegancia con robustez. No es ultraligero, pero transmite confianza gracias a la solidez de su construcción y su peso en mano. Se siente más como una herramienta seria que como un accesorio portátil más, aquí no caben los "dongle dacs" que ocupan poco más que un par de conectores y un cable, ya desde la arquitectura y diseño nos damos cuenta que estamos ante un equipo de buenas prestaciones.

En el frontal destaca el potenciómetro de volumen, que también hace las veces de botón multifunción. Este control no es motorizado, pero tiene un giro fluido y preciso, con un anillo LED que indica el volumen mediante colores. Acompañan al potenciómetro dos salidas de auriculares: una balanceada de 4.4 mm y otra no balanceada de 3.5 mm. Ambas ofrecen gran estabilidad de conexión. También encontramos aquí varios LED's que nos indican la entrada en uso, la frecuencia del archivo reproducido y si hemos activado los modos XBass o XSpace.

En la parte trasera se encuentran dos puertos USB-C —uno exclusivo para carga y otro para transmisión de datos—, una entrada óptico-coaxial combo y una entrada analógica de 3.5 mm. Esta última permite utilizar el Gryphon también como amplificador puro, sin conversión digital.

La pantalla OLED, clara y bien integrada, proporciona información útil como el tipo de entrada, formato de audio, filtros activos y estado de la batería. El Gryphon incluye también funciones especiales como XBass II (para reforzar frecuencias graves) y XSpace (que amplía la escena sonora). Ambas son útiles, especialmente con IEMs que puedan beneficiarse de una ligera "ecualización" y ayuda en términos de escenario.

En la parte inferior encontramos un pequeño switch que hace las veces de selector para activar el modo IEM Match. Este modo, que permite la reducción de ruido en el circuito para utilizar auriculares tipo IEM (Más sensibles a este tipo de "interferencia" nos permite elegir en cual de las 2 salidas de auriculares se activa, ayudando a no obstaculizar una reproducción agradable de la música.
El Gryphon viene acompañado de una funda de tela de buena calidad y 3 cables con diferentes terminaciones USB, yo he utilizado el que funciona con los dispositivos apple de conector Lightning con buenos resultados. Sin embargo, la longitud del cable y su rigidez hacen difícil acomodar el móvil y el Gryphon una vez se está utilizando pues no permite colocar uno sobre otro de manera orgánica, ni permite dejar estático el DAC y utilizar el móvil como fuente. Sí, es factible utilizar otro cable, pero ya añade un coste adicional a nuestra configuración y debemos anticipar que, un cable de mala calidad, seguramente tendrá impacto en nuestro disfrute de la música.
Por otro lado, el Gryphon también puede ser utilizado como un equipo de escritorio. En este sentido, la longitud del cable plantea menos problemas, pues el cable USB-C en ambos extremos me permitió conectarlo sin problemas a mi MacBook Pro. Incluso, he de decir que los tonos metálicos de los equipos se complementaban a la perfección. El problema, en esta configuración, viene de la mano de la pantalla, cuya disposición horizontal sobre la longitud del equipo no permite su lectura fácilmente si el equipo está en uso como DAC/AMP de escritorio. En fin, no se puede tener todo en la vida.
Como suena.
En un primer momento, utilicé el Gryphon con los IEM's Ziigaat Lush y un Iphone 12 Mini como fuente, utilizando Qobuz. El cable para los auriculares fue el excelente Tripowin Zonie 16. En un segundo momento utilicé como fuente mi MacBook Pro (Nuevamente Qobuz) y auriculares OLLO Audio X1.
El perfil sonoro del Gryphon podría describirse como neutral con toques cálidos, pero muy refinado. Ofrece una excelente separación instrumental, timbres naturales y una escena sonora envolvente para tratarse de un dispositivo portátil. La salida balanceada es especialmente competente, entregando un ruido de fondo prácticamente nulo incluso con IEMs sensibles, mientras que la respuesta dinámica y microdinámica es destacable. El Gryphon no busca impresionar, pero lo logra por momentos. Su presentación es más bien elegante y contenida, con gran control en todo el espectro. Los bajos son firmes y bien delineados, los medios tienen textura y aire, y los agudos son extensos pero suaves. Es un sonido que invita a sesiones largas, con baja fatiga auditiva, sin renunciar al detalle. Más aún, con el sistema XSpace activado, la amplitud de escenario y posicionamiento sorprenden, así me encontré escuchando al eterno Keith Richards - Runnin' Too Deep cuando en la intro me encontré con que el sonido de la guitarra de Richards venía del auricular derecho pero, no sólo eso, sino desde detrás mío. Esto ha sido, sin exagerar, una sensación casi de sonido envolvente que me ha costado reproducir con otros auriculares y DAC's.
Cambiando un poco, me mudé a un género más "movido", con la asistencia de Papillon (AKA Hot Butterfly) – Chaka Khan. Este sofisticado tema, mezcla de funk-pop, presenta una mezcla rica en graves, voces potentes, una base rítmica compleja y agradables destellos en la frecuencia de los agudos. Con los Ziigaat Lush, el Gryphon entrega una interpretación llena de ritmo: los graves son contundentes pero controlados, la batería se articula con claridad y la voz de Chaka flota con elegancia. Con los OLLO X1, se percibe aún más la separación entre capas; los teclados y metales tienen más aire, y la voz gana articulación, aunque con menor calidez e intimidad. Recordemos que los OLLO son auriculares más "analíticos" si cabe la expresión, no tienen el terciopelo que caracteriza a los Lush y cuya neutralidad, si bien permite buena claridad y definición, presenta la música de manera única. No quiero decir que uno sea mejor que el otro, no. Esto es personal, simplemente la presentación es diferente.
Nuevamente suena el cambio de tercio y, en esta ocasión, toca dar plaza a un tema ambient y atmosférico exige resolución espacial y texturas abiertas. Aguirre III – Popol Vuh. El Gryphon logra, con una mano en la cintura, una presentación profundamente inmersiva, nos regala una escena que se extiende más allá de los auriculares. Con los X1, el paisaje sonoro se convierte en una cúpula sonora en la que los sintetizadores flotan con estabilidad. Con los Lush, la atmósfera es más cálida y emocional, aunque ligeramente más comprimida, pues no tienen la amplitud de los OLLO.
Ahora estoy tan pegado a los. auriculares y al Gryphon que me lanzo a por otro tema: La Bamba (versión de álbum) – Dave Brubeck. Aquí una aclaración, para quienes hemos escuchado el tema en vivo, ejecutado por un conjunto de músicos veracruzanos de verdad con el requinto jarocho en uso, esta interpretación nos puede parecer un sacrilegio pero damos un pase a Dave Brubeck y compañía por una interpretación jazzística de gran calidad de un tema tradicional, enriquecido gracias a la improvización jazzística y a la exacerbada interacción instrumental. El Gryphon permite distinguir el fraseo del piano con nitidez, mientras que el contrabajo y las percusiones mantienen su coherencia rítmica. Con los Ziigaat, la presentación es colorida, con un bajo vibrante y agudos suaves. Los X1, en cambio, ofrecen una imagen más fiel: cada instrumento respeta en mayor medida su espacio definido y el timbre del piano resulta especialmente realista.
Conclusiones.
El Gryphon brilla en cuanto a conectividad. Es compatible con conexiones digitales USB, entrada óptica/coaxial, entrada analógica y Bluetooth de alta resolución, incluyendo los códecs LDAC, aptX Adaptive, aptX HD, AAC, entre otros. El emparejamiento inalámbrico es rápido y estable, aunque en esta prueba se priorizó la conexión directa vía USB para obtener la mejor calidad posible.
La autonomía rondó, en mi experiencia, en torno a las 6 horas de uso, dependiendo del volumen, códec utilizado y si se utiliza la salida balanceada. Es una cifra razonable considerando la potencia de salida y la calidad del procesamiento interno. La doble entrada USB permite cargar el dispositivo mientras se utiliza, lo que resulta útil para sesiones prolongadas o uso en escritorio. Eso, si no estás en movimiento, ya que la disposición de conexiones en ambos lados del dispositivo nos genera, posiblemente, un pequeño lío de cables.
El iFi xDSD Gryphon es una de las propuestas más redondas del mercado en el ámbito de los DAC/amplificadores portátiles. Ofrece un rendimiento sonoro excelente, versatilidad de conexiones, construcción de alta calidad y un conjunto de funciones bien pensadas para audiófilos que quieren moverse sin sacrificar calidad. Entre sus principales virtudes está la capacidad de adaptarse a una gran variedad de auriculares. Su firma neutra con un leve toque cálido lo hace muy adecuado para largas sesiones, y su nivel de detalle es sobresaliente para su gama.

La calidad de construcción es ejemplar, su diseño es atractivo y ergonómico, y su pantalla OLED facilita el uso dotándonos de información relevante y el ajuste en las funciones. Además, las opciones de personalización como XBass y XSpace permiten ajustar el perfil a diferentes géneros o auriculares sin recurrir a EQs externos. El Gryphon no impone su carácter, se adapta a lo que el usuario espera de él y lo hace manteniendo un perfil de sonido agradable, potente y bien presentado.
En resumen, el xDSD Gryphon logra algo cada vez más difícil: conjugar portabilidad, potencia y refinamiento sin concesiones. Un compañero ideal para quienes desean llevar la alta fidelidad más allá del salón de casa o disfrutar con un equipo compacto desde el escritorio.
Galería.
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