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Yusef Lateef - Golden Flower (Live in Sweden).

  • Foto del escritor: Fernando Alday
    Fernando Alday
  • 16 dic
  • 4 Min. de lectura

Registro en directo de un lenguaje en plena evolución.


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Golden Flower: Live in Sweden aparece como un lanzamiento directo de los archivos: dos conciertos históricos de Yusef Lateef nunca antes publicados oficialmente, grabados en Suecia en 1967 y 1972. El material acaba de salir en 2025 por Elemental Music Records, tanto en formato 2-LP de vinilo de 180 g como en edición 2CD con libro incluido.


El álbum funciona como documento vivo de uno de los perfiles más singulares del jazz moderno: saxofonista, flautista y estudiante constante de lenguajes globales. No es un disco de estudio ni una obra planificada como tal, sino la restauración y presentación de presentaciones reales ante público, con músicos diferentes en cada sesión y una presencia de Lateef que no depende de producción, arreglos ni efectos.


La grabación de 13 de septiembre de 1967 en Stockholm sitúa a Lateef con Lars Sjösten en piano, Palle Danielsson en bajo y Albert “Tootie” Heath en batería. El repertorio combina composiciones propias con reinterpretaciones, desde piezas como The Golden Flute hasta versiones de temas externos. La segunda sesión, del 1 de agosto de 1972 en el Åhus Jazz Festival, tiene a Kenny Barron en piano y Bob Cunningham en bajo, con Heath de nuevo en batería, y se extiende a formas más largas e improvisadas.


Lo primero que queda claro es la materia del sonido: no hay dubbs ni arreglos post producción. La presencia de Lateef es frontal, cruda en muchos pasajes, y el proceso de restauración y masterización respeta las dinámicas originales de las actuaciones sin “pulir” el carácter de cada concierto.


El repertorio expuesto cosecha material que dialoga con distintas etapas del jazz de Lateef. The Golden Flute y Blind Willie exhiben una mezcla de blues, swing y líneas que apuntan hacia la libertad modal que caracterizó la obra de Lateef a finales de los años sesenta; la ejecución en vivo hace evidente cómo Lateef reorganizaba la melodía y el ritmo para evitar resolver de manera convencional. Straighten Up and Fly Right y One Little Indian sitúan temas más reconocibles dentro de marcos de improvisación extendida.


La segunda parte del álbum, grabada en 1972, se mueve hacia terrenos más amplios. Inside Atlantis y Eboness son piezas largas que se sostienen en el desarrollo temático y la interacción extendida del cuarteto. En estos cortes se aprecia la intención de Lateef de explorar zonas donde la composición y la improvisación se retroalimentan: líneas que se repiten, se transforman, desaparecen, reaparecen y se articulan sin buscar el clímax fácil ni la resolución armónica convencional.


Moods más amplias emergen en piezas como Yusef’s Mood, que supera los veinte minutos de duración en una mezcla de fraseo meditativo, frases fluidas de saxofón y flauta, y una sección rítmica que no impone pulso rígido sino que respira con el solista. Esta forma de abordar la improvisación revela una lógica interna del lenguaje de Lateef: la unidad entre fraseo, tiempo y textura sonora, más que la estructura predeterminada de “tema + solos”.


La presencia de músicos que lo acompañan no es casual. Barron y Heath, especialmente, aportan una fuerza rítmica y armónica que sostiene sin interferir. A diferencia de sesiones de estudio donde el líder domina cada decisión, aquí se aprecia una colaboración franca: los acompañantes no se limitan a cubrir espacios, sino que interactúan, responden y desafían. No se trata de un disco de exhibición, sino de una ejecución de calle, de directo, donde cada intérprete ajusta su frase según el flujo del momento.


A nivel histórico, este lanzamiento se ubica en la segunda etapa de difusión de conciertos de Lateef desde sales de archivo; el precedente es el lanzamiento de Atlantis Lullaby: The Concert from Avignon en 2024. El material de Golden Flower relanza en formatos modernos un repertorio que hasta ahora permanecía confinado a cintas y transmisiones originales.


El resultado no es un disco para fanáticos únicamente. Funciona también como pieza de referencia para entender cómo se movían los límites del jazz en vivo a fines de los sesenta y comienzos de los setenta, cuando muchos solistas preferían la energía directa de la presentación ante público a la rigidez de la producción en estudio. Lateef encarna eso de forma nítida: su sonido no busca pulcritud técnica a costa de riesgo, ni arreglos perfectos a costa de verdad sonora.


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La restauración de las cintas, a cargo de técnicos especializados, no disimula imperfecciones; las integra al relato. El disco mantiene variaciones de dinámica, ecos de la sala, y las inflexiones del público u ambiente, lo que posiciona a Golden Flower más como documento que como objeto de consumo neutro. La elección de presentar ambas sesiones completas, con expansión de temas largos y tiempos extendidos, confirma que la propuesta apunta a un escucha dispuesto a seguir el flujo real de una actuación en vivo sin mezclas ni cortes agresivos. Elemental Music, nuevamente, realiza una labor encomiable con la restauración y edición. Nada sobra, nada se echa en falta.


Se trata de una edición de tirada limitada: las versiones en vinilo y CD incluyen notas, fotos inéditas y testimonios de músicos contemporáneos que conocieron a Lateef. Esta presentación revaloriza el material como objeto histórico. Así que ya saben, si están decidiendo por una de ellas, es un excelente momento de hacerse con ella.


En conjunto, Golden Flower: Live in Sweden aporta un acceso directo al pensamiento musical de Yusef Lateef en dos momentos clave de su carrera. No ofrece una reinterpretación ni un retoque artístico posmoderno. Ofrece las sesiones crudas, restauradas y puestas a disposición del público por primera vez. La coherencia del sonido, la amplitud de repertorio y la presencia franca del saxofón y la flauta en interacción con ritmos y armonías en tiempo real convierten al disco, más que en un lanzamiento reciente, en un documento esencial para entender por qué Lateef sigue siendo una figura referencial del jazz experimental y del lenguaje extendido dentro del género.


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