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Kiwi Ears Étude

  • Foto del escritor: Fernando Alday
    Fernando Alday
  • 17 jun
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 30 jun

Un par de IEM's que introducen un Driver de conducción ósea en su configuración. Un sonido diferente y una implementación espectacular.

Kiwi Ears Étude

¡Vale! Hora de hablar con total transparencia, cuando Linsoul me propuso probar estos IEM's de Kiwi Ears, pasaron 2 cosas por mi mente. Primero, que los otros 2 modelos de la marca que había probado anteriormente, me habían parecido espectaculares en su relación calidad/precio y, segundo, que sentía muchísima curiosidad por probar un IEM con la implementación de la tecnología de conducción ósea.


Mirando un poco hacia el pasado. Tanto los Singolo como los Cadenza se han convertido en compañeros habituales para la escucha por la noche, que temo molestar a los vecinos o a mi familia, por lo que opto por una configuración sencilla: IEM's de mi elección, un dongle dac (por comodidad) o el ifi xDSD Gryphon y el móvil como fuente, generalmente utilizando Qobuz para streaming o acceso a mi biblioteca de música digital a través de ROON Arc.


Tanto la construcción, diseño, comodidad y claro, sonido, de los Kiwi Ears han sido muy agradables para mí y, en este caso, no ha sido la excepción. Tras unas semanas de convivencia con los Étude, enviados gracias a LINSOUL (La mejor y mayor tienda online de IEM's a nivel mundial), escribo estas líneas para plasmar mi reseña de lo que ha sido, una grata sorpresa en relación a ir adentrándome en las familias de rango superior de la marca. El ADN de Kiwi Ears, sonido claro, equilibrado y bien presentado, acompañado de un acabado estético impecable, siguen siendo los puntos clave. Acompáñenme a ver a fondo los Étude.


Construcción.

Kiwi Ears Étude

Los Étude se presentan como una pareja de IEM's acabados en resina. La cara exterior cuenta con un bonito patrón de colores morados y amarillos, en un fondo oscuro. Es un diseño muy llamativo. La forma de lágrima es más redondeada de lo que solemos ver en los demás modelos de la marca, pero el acabado continúa siendo de primer nivel. El cuerpo de los auriculares es ligeramente mayor al o que estamos acostumbrados, ver un poco más abajo.


Kiwi Ears Étude

En el interior, cada uno de los auriculares presenta un driver dinámico recubierto con Berilio, 3 Balanced Armature y un transductor de vibración con tecnología propia (KVT). Sí, habéis leído bien, cada Kiwi Ears Étude lleva un transductor de vibración ósea, es decir, un elemento que envía vibraciones directamente a los huesos del oído interno, generando la percepción de sonido mediante su estimulación. No es el único ni el primero en utilizarlo, pero si que los presenta con una excelente ejecución.


Kiwi Ears Étude

Los IEM incluyen varias puntas para su ajuste a nuestro oído, así como también un cable y un estuche para guardarlos. El cambio a un cable de mejor calidad es, como siempre, una elección personal pero, si me lo permiten, yo recomiendo el Tripowin Zonie en color púrpura, que contrasta bien con los colores de los auriculares y nos da mejor sensación al tacto, menos microfonía y más solidez en su construcción. Punto y aparte, el tamaño de los Étude me sorprendió en un primer momento, aquí, una comparación con sus hermanos.


Kiwi Ears Étude

Como suena.


Antes de comenzar, el equipo asociado como es costumbre:

Fuente: Iphone 12 Mini.

Plataforma Streaming: Qobuz a través de la propia aplicación y Roon ARC.

Cable: OEM y Tripowin Zonie 16.

Amplificación/DAC: Ifi xDSD Gryphon y Apple Dongle DAC.


Es curioso como di con la música para esta reseña. Si me permiten una breve historia, os la cuento. Era 1999, había sido mi cumpleaños y, por aquel entonces ya estaba obsesionado con la música. Tenía un sistema Kenwood que había recuperado cuando mi padre había actualizado su sistema de música y, habitualmente, compraba CD's. En ese entonces, en México, había una tienda de discos que se llamaba Mixup. Acudía de tanto en tanto y miraba por los muebles, repletos de música, buscando nuevos lanzamientos. En la parte trasera de la tienda estaba una especie de apartado, donde tenían la música menos comercial (si lo quieren imaginar, como una especie de rincón audiófilo) o con música más extravagante (disculparán si no lo recuerdo a la perfección, han pasado un cuarto de siglo).


En una de las secciones de música internacional, había un disco cuya portada color azul llamó mi atención. Tenía la imagen de una especie de ídolo dorado. Una antigüedad. El artista "Omega Vibes" era ambiguo, así como también el título "Diaspora". No contando con acceso a internet para saber de que se trataba, pregunté a un empleado si podía escuchar el disco (Esto se permitía en algunas tiendas). Escuchar el tema inicial me reveló una cosa: se trataba de música con un toque electrónico que, por aquel entonces, disfrutaba mucho (supongo por la juventud) y, que la música estaba en un lenguaje que no identifiqué en un primer momento. Compré el disco y me lo llevé a casa, lo puse en el Kenwood que utilizaba en aquel entonces y a disfrutar. El disco estuvo por años en mi auto también.


Por alguna razón me ha venido a la mente este disco para escuchar con los Étude. No sé que conexión ha hecho mi mente, simplemente ha sucedido. Así que, aquí está, listo para probar con los Kiwi Ears.


Omega Vibes - Diaspora. El tema que da nombre al álbum también es, para mí, uno de los más logrados. En un inicio, el rango dinámico y la presentación lo son todo. Detalles que se presentan a ambos lados de la imagen proyectada magistralmente por los Étude. En unos segundos, los graves aparecen en la grabación y hay una pequeña explosión de sonidos. Los Étude mantienen la compostura y los transductores de vibración comienzan a operar generando una curiosa sensación. Es algo diferente a lo que estamos acostumbrados pero, a estas alturas, ya nos hemos familiarizado con esta presentación de las frecuencias graves en el centro del escenario y proyectadas hacia el interior de nuestra cabeza. Es un sonido agradable, la textura de la voz de Glykeria es clara y bien presentada. Logramos identificar todos los ínfimos detalles de esta composición electrónica. El disco entero nos pasa de largo en un relajado momento de escucha con los ritmos mediterráneos, agradables, cálidos y bien construidos.


Johnny "Hammond" Smith - Can't we smile? Esta obra de jazz funk nos deja disfrutar un poco más de los Étude. Nuevamente, detalles, escenario, imagen, todos estos elementos favorecidos por la presentación extraordinaria que los Étude logran. Son auriculares con mucho detalle pero un tono agradable a la escucha. Es un sonido en extremo balanceado y bien tuneado, lo que permite largas sesiones de escucha. No os engañéis con la comparativa de tamaño, los Étude no son pesados aún con sus mayores proporciones y, en realidad, son muy cómodos. De hecho, he escuchado los discos completos de cada una de las selecciones sin incomodidad ni fatiga. Los brillos de los agudos en este tema no destacaron por excesos. Se presentaron balanceados y con un buen tiempo de destello antes de apagarse. En específico, a través del Gryphon, los detalles y el escenario se presentaron con mayor precisión que con el Dongle de Apple.


Tunis at Dawn - Anouar Brahem (En Reflektor Manfred Eicher). Uno de mis artistas favoritos del sello ECM. La calidad de sus interpretaciones y grabaciones es sobresaliente, por no decir nada de que la música es sumamente agradable y de una ejecución técnica impecable. En esta ocasión, los detalles del instrumento de Brahem (un oud) nos presentan una serie de texturas, transientes y un rango dinámico destacado. Los Étude han estado a la altura y han logrado una presentación íntima, sin pérdida de detalles y con una capacidad inmersiva que es difícil de explicar. Supongo, que la intimidad del sonido, viene de la sensación física de las vibraciones, más allá de la proyección de los drivers.


La presentación del sonido, gracias al driver de conducción ha sido algo un poco fuera de lo habitual. La presentación del grave se adentra más en la cabeza, causando una sensación física en respuesta al mismo. Lo he descrito antes como una sensación táctil y no creo haberme equivocado. Pero, además, es un grave agradable, controlado bien presentado. Sin exageraciones. Los medios y agudos son detallados, con un brillo controlado, preciso, agradable. El tono suave y neutral de los Singolo parece dar lugar a una curva ligeramente en V, con énfasis en el rango medio y un ligero toque de calidez (¿gracias al berilio?), los agudos, a cargo de los BA es preciso y detallado.


El escenario, no sé si por el driver de conducción, es tridimensional. Presenta profundidad y una amplitud aceptable. Sin embargo, la vibración que produce el IEM puede interferir en ciertas frecuencias, no es grave, pero en ocasiones se nota, esto parece representar el único punto en contra que he logrado desentrañar.


En resumen. El sonido de los Étude es bastante estudiado (para los que hablan francés un pequeño guiñó). Presentan un increíble detalle, una proyección tridimensional de escenario, un grave profundo, detallado y con la increíble implementación del elemento táctil del conductor óseo, es un IEM muy especial. No tengo ninguna queja en cuanto al sonido (vibración aparte) y, de hecho, parece que entrarán de lleno en la rotación para mis sesiones de escucha.


Datos técnicos.


Controladores 3BA + 1DD + 1BN

Sensibilidad 104dB SPL/mW @ 1kHz

Respuesta de Frecuencia 20Hz – 20kHz

Impedancia 10Ω @ 1kHz

Conector 0.78mm 2-Pin

Dentro de la Caja Kiwi Ears Étude

Cable

Almohadillas (9 pares)

Estuche para auriculares

Tarjeta de garantía


Conclusiones.

Kiwi Ears Étude

Kiwi Ears no deja de sorprenderme, de verdad que cada modelo que escucho me gusta más que el anterior. Incluso en los modelos más económicos de la marca, la atención al detalle, el cuidado que se pone en la configuración y equilibrio del sonido y la calidad de los mismos convencen. La constancia da confianza y nos permite arriesgar a probar los modelos de más rango de la marca y esperar buenos resultados, ya veremos, pues los Orchestra llevan un rato en mi lista de deseos, puede ser la navidad llegue pronto este año.


Mientras tanto, a disfrutar de los Étude, su claridad, su excelente presentación, su bonito diseño y tangible calidad y, sobre todo, de ese espacio y aire en el sonido. Recomendables totalmente. Ah, por cierto. No temáis por el tamaño, son muy ligeros y, a la par, cómodos. Las sesiones de escucha largas no fatigan el oído.


Al momento de la reseña, los Kiwi Ears Étude están disponibles en la web de Linsoul a un PVP de €104,62.


Galería.


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