La increíble calidad de Final Touch llevada a los cables de corriente.
Hace ya muchos años me fue necesario realizar una reparación compleja en un vehículo. Básicamente había que reconstruir el motor del mismo. Un fallo en el sistema de enfriamiento había desencadenado un fallo catastrófico. Pregunte a la agencia de la marca, que supuestamente tenía mecánicos especializados en la misma. Su respuesta fue que era imposible realizar tal reparación.
Preguntando a los amigos, me recomendaron un taller a las afueras de la ciudad. Fui a visitarles y a contarles el caso. El mecánico, un tipo relativamente joven me explicó a detalle lo que había sucedido. Me dio mucha información sobre el trabajo que había que realizar. Las piezas a sustituir, el tiempo y coste aproximado, entre muchos otros datos. Entendiendo yo algo de mecánica, me quedó claro que el técnico era bastante capaz y, además, de fiar, ya que hablaba con mucha franqueza y sin rodeos. Las piezas se pidieron, se hicieron los trabajos necesarios de rectificación y maquinado en el bloque y en poco tiempo estaba disfrutando de un motor casi nuevo y con mejores componentes y más potencia que el original.
Sin que se haya roto nada en mi equipo de audio, si que me ocurre algo similar en mi experiencia con Final Touch. Cuando me asalta alguna duda con respecto al diseño o construcción de los cables de alta fidelidad, Zoran y Dusan responden rápida y amablemente a mis preguntas, lo hacen con la gran facilidad y claridad que sólo logra transmitir quien tiene muchos conocimientos sobre un tema en específico y, además, siempre responden amablemente. Estas cualidades únicamente pueden esperarse de alguien que tiene un extenso dominio de su arte, como lo son ellos, gracias a los años de estudio y ensayo que han acompañado el desarrollo de la marca. Son muchos años de probar configuraciones, materiales y métodos distintos hasta dar con la clave del sonido que buscan para sus productos. Coincidencia o no, es el mismo sonido que busco yo.
En esta ocasión, hablaré del modelo Elara, siendo estos la propuesta de Final Touch con respecto a los cables de alimentación o corriente de nuestros equipos de alta fidelidad. Si influyen o no en el sonido del equipo debo decir que, en definitiva, con equipos de buena resolución, los cambios son apreciables. A los agnósticos, elevo la misma idea que se refleja en el antiguo dicho: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Si no habéis probado los cables de corriente de alta calidad, como el Elara, o los habéis probado en sistemas que tienen una resolución pobre, invito a realizar algún otro experimento. Ojo, no digo que mi equipo sea de altísima fidelidad ni, mucho menos, High End. Simplemente, probando distintos cables, he apreciado diferencias, si bien sutiles, pero existentes.
Dicho esto: Mis requisitos para un buen cable de corriente son, básicamente, que no meta ruido en el sistema y que no reste dinámica al mismo. Cualquier beneficio añadido al mismo, como podrían ser mejor definición en graves o mayor amplitud en el escenario, son en definitiva bienvenidos.
Construcción.
El Elara está construido a partir de núcleos de cobre de diferentes diámetros, con especial atención a aquellos dedicados a la tierra, por lo que Final Touch cree que una tierra adicional en el equipo que utiliza el Elara como cable de alimentación, no es necesaria. La geometría ha sido diseñada de esta manera para tener un efecto de "filtro" aunque sin los efectos negativos (pérdida de dinámica) que se asocia a estos equipos.
Los conectores utilizados en el cable son leGo, 99,99% cobre libre de oxígeno, chapado en oro de 24K, con un excelente acabado y calidad. Para daros una idea, cada terminal tiene un coste aproximado de €100. Todos los conectores son criogénicamente tratados por el fabricante.
En cuanto a acabado, Final Touch Nos tiene acostumbrados a un excelente tratamiento del producto. La meticulosidad con que se ensamblan las piezas nos habla de paciencia, trabajo y dedicación. Al tacto, el cable es agradable y se nota la calidad de sus componentes.
Bajo la funda protectora de PET, se puede apreciar el aislamiento de color metálico brillante que le da un bonito toque, a mi parecer, al acabado general del cable. Es, sin duda, una digna representación de la calidad de Final Touch Audio.
Como todos los cables Final Touch Audio, viene acompañado de una bonita caja, su certificado y funda. Estos "simples" elementos, le dan un toque premium y son un detalle que nos conectan con la marca a un nivel personal, viendo como cada uno de los certificados es llenado a mano por el constructor de los mismos.
Como suenan.
Puestos a probar, el Elara tendrá que satisfacer distintas funciones en el equipo principal. El conjunto utilizado fue el equipo "base" de Et Sona a día de la prueba:
Conjunto previo y amplificador: McIntosh C504 + MC502.
Altavoces: Graham Chartwell LS6.
Cable de Altavoces: Nordost Blue Heaven.
DAC: Lampizator Amber 5.
Fuente: Innuos Pulse.
Tratamiento corriente: Lampizator Silk.
Cableado interconexión RCA: Final Touch Audio RCA Thebe.
Cableado USB (DAC-Streamer): Final Touch Audio Sinope y Callisto.
Servicio streaming: Qobuz.
La primera labor a la que fue llamado el Elara, fue como cable de alimentación para el Lampizator Silk. En esta configuración, el resto de cableado fue, otro Elara y un par de L1 de BAZCO Audio para el resto de componentes.
En otro momento, el Elara se utilizó entre las salidas del Silk, conectado al Amber y al Pulse. Teniendo otro Elara conectado como alimentación al Silk. Aquí, debo decir, la utilización del Elara y el Silk, en su conjunto y, el refuerzo producido por otro Elara a los distintos componentes, ha dado el mejor resultado. En términos de ruido de fondo, ya inexistente de forma indistinta entre la aplicación del Elara o el Silk, el silencio de fondo del equipo pareció, incluso, alcanzar una nueva profundidad. El otora zumbido casi imperceptible del transformador del C504 había desaparecido por completo, incluso en la entrada de phono "abierta" del previo, con volumen a tope, la interferencia que normalmente es apreciable, se redujo a su mínima expresión.
Por último, el Elara se utilizó directamente como fuente para el Lampizator Amber 5, sin que mediara tratamiento de corriente, lo mismo para el Innuos Pulse. En esta ocasión, los dotes de "filtro" del Elara destacaron. El ruido de fondo, consecuencia de las interferencias que plagan mi antigua instalación eléctrica, no afectó a la reproducción de música, el resultado fue muy positivo. En especial con el Amber, dado que utiliza válvulas, el efecto de filtro del Elara fue perceptible en el aumento del trasfondo de silencio, otorgando un background más profundo a la música. En términos prácticos, con el Elara fue posible apreciar mejor presentación y profundidad que ante la utilización de un cable de corriente genérico.
Conclusiones.
A estas alturas, tras haber probado casi la totalidad del catálogo de Final Touch Audio, debo decir que no me espero nada que no sea el mejor rendimiento de sus cables. Me consta, de primera mano, el esfuerzo y dedicación que ha sido volcado en su diseño, componentes, construcción y sonido. Más allá de esto, siendo objetivo, la relación calidad precio de los mismos, sigue pareciéndome imbatible. Pues con su uso se obtiene rendimiento que refleja la alta calidad de los cables y el extenso conocimiento de su creador. Es, por decirlo de alguna manera, un efecto similar al Toque de Midas. Cable que Final Touch toca, cable que vale su peso en oro.
Indistintamente del lugar donde se situó el Elara en relación al filtro de corriente o siendo directamente utilizado en los equipos, su cuidada y estudiada arquitectura rindieron el resultado prometido por el fabricante. Si bien no puedo afirmar que está a la altura de un filtro de red en condiciones (que por otro lado sería algo que me parece técnicamente imposible de lograr), la capacidad de filtración del cable es real a la vez que sus efectos sobre el sonido de los equipos con que fue utilizado resultó, en todo caso, inaudible en términos de pérdida de dinámica. Tampoco "apagó" el sonido, respetando el perfil sonoro al que estoy acostumbrado en mi equipo en su conjunto.
Justo antes de publicar esta entrada, me encontré con la oportunidad de probar el fantástico amplificador integrado Alpha One de B. Audio. El mismo, contando con un excelente sistema de reducción de ruido en su circuito, fue probado sin utilizar tratamiento de corriente, a efectos de evaluar el nivel de ruido que podría filtrar de la arcaica instalación eléctrica de casa. En el primer momento, me decidí por la utilización del cable de corriente genérico incluido con el equipo con buenos resultados. Luego, mientras me preparaba a la publicación de esta entrada, me vino a la mente la idea de montar el Elara en el conjunto. ¿El resultado?
Fue como activar una función de Loudness (inexistente en este amplificador). Todos los sonidos, incluso a bajos niveles de escucha fueron llevados un paso más allá aprovechando una mejor y más redonda definición y contundencia. Escuchando Paranoid - Black Sabbath, la línea de bajo de Geezer, la voz de Osbourne, la guitarra de Iommi y la batería de Ward se presentaron aún con más potencia, como si esto fuera posible. La claridad del sondo en el remaster de 2012 presentaron, además, un magnífico escenario y unos destacados brillos que sonaron casi etéreos de los platos de Ward.
En conclusión, una buena manera de llevar vuestro sistema de audio al 11 (parafraseando la famosa línea de Spinal Tap) es incluir los cables de corriente Elara en el mismo. No os arrepentiréis.
Donde comprar.
Final Touch Audio es distribuido en España por Alma Audio. La totalidad de los productos de la firma está disponible, así como otras excelentes marcas y productos de Alta Fidelidad.
El cable de alimentación Final Touch Audio Elara, con una longitud de 1.5 metros tiene, al momento de la reseña, un PVP de €750.
Galería.
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