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Foto del escritorFernando

Eversolo Z8 - DAC

Un DAC para sorprendernos a todos por menos de €1000. Bastante menos.



Durante los últimos meses, gracias a Et Sona, he tenido oportunidad de disfrutar de equipos que no habría tenido manera de probar o conocer de otra manera. He disfrutado muchísimo escuchando música a través de varios componentes de alta fidelidad y otros ya en el rango High-End y me ha hecho replantearme algunas cosas con respecto a la configuración de mi propio equipo. Si bien se trata de un equipo modesto, recientemente se planteaba la cuestión en un conocido foro de audiófilos de habla hispana: ¿Qué no te cambiarías jamás de tu equipo? Eso me puso a pensar.


En realidad, al menos para mí, nada es intocable. Bueno, mi conjunto de McIntosh Vintage, pero eso ya lo he dicho en alguna ocasión. Simplemente tendría que gastarme muchísima pasta en algo que, a mi parecer, se acercara al sonido que estos producen y que me resulta agradable (hablando subjetivamente). Por lo demás, el resto del equipo ha ido variando a lo largo de los años e, incluso más, en los meses en que he llevado esta publicación. Del equipo original con el que comencé Et Sona, únicamente quedan los McIntosh y el CDP Sony.


Llegado el momento, me tuve que plantear seriamente una buena opción para integrar un DAC, pues hasta entonces el tema streaming lo llevaba poco, utilizándolo exclusivamente a través del móvil y en escucha con auriculares. La tarea no era sencilla. Había tenido oportunidad, en los últimos meses, de probar unos convertidores excepcionales, comenzando por el Weiss DAC 204 y seguido por el Rockna Wavelight. Pero había un pequeño problema, el más común supongo. Una palabra que, a los amantes del audio, nos causa ansiedad: El presupuesto.


Limitado por el saldo en mi cuenta bancaria tras algunas otras actualizaciones al equipo de referencia, me resultaba imposible plantearme el comprar alguno de los equipos que había tenido oportunidad de disfrutar, por lo que tuve que buscar algunos escalones (varios) por debajo en cuanto a precio. No es lo ideal pero, en la vida real, las cosas raramente lo son.


Con esta difícil tarea planteada ante mi, me di a la labor de iniciar el periplo en búsqueda del Santo Grial. Comencé por los lugares habituales, foros, webs de reseñas (la competencia vamos), YouTube, etc. Llamé a varios amigos que he hecho en esta industria (todos maravillosas personas). Opciones, muchas. Hora de hacer un pequeño recuento.


Hubo, entre todas las reseñas, recomendaciones y conversaciones, un nombre que se repitió varias veces: Eversolo. Eversolo es una marca de origen asiático que ha irrumpido en el mundo del hifi con sus equipos, aclamados casi universalmente por su excelente calidad. Su buque insignia, el streamer DMP-A8 y su hermano pequeño, el A6, no dejan de recoger premios y halagos. Sin embargo, no estaba buscando un streamer, pues recientemente he incorporado un Bluesound Node a mi equipo. Por lo que centré mi atención en los DAC. El Z8 y el Z6, su hermano pequeño. Parecía que había encontrado lo que buscaba.


Más labor de investigación arrojó algunas mediciones y parámetros objetivos sobre el comportamiento del DAC. En esencia, una excelente representación del sonido, técnicamente hablando, gracias a la implementación de un buen chip de DAC y una arquitectura bien diseñada. Bueno, me habían convencido.


Acto seguido, a buscar el equipo. Me puse en contacto con el buen Xavier de Werner, distribuidores de Eversolo y le pregunté si lo tenía disponible. Días más tarde, estaba en casa. Ahora sí, entremos a la reseña. Por cierto, disculparán el lío de cables pero, estar constantemente cambiando equipos y no querer desconectar el Eversolo ni 1 segundo, me ha forzado a hacer las fotos en el rack mismo.


Construcción.


Se trata de un equipo bastante estándar. Es una caja metálica y plástico en color negro, eso sí, el equipo se percibe sólido y de buena manufactura. Destaca en el frente, el logo de la marca en un bonito acabado metálico espejo. Una pantalla de 3" (sobre la que volveremos más tarde) y un mando rotativo que se ilumina al indicar el encendido del equipo. El mando también puede ser utilizado como pulsador para elegir las opciones de los menús del equipo. Terminamos con el botón de encendido y un jack para auriculares (esto también es importante).



En la parte trasera, encontramos las conexiones, elemento fundamental para decidir también por este equipo. Cuenta, primeramente, con las 2 opciones de salidas. XLR Balanceada y RCA. Hasta aquí todo correcto.


Continuamos con 5 opciones para entradas. Una conexión coaxial, una óptica, 2 USB (B y C) y, por último, la antena Bluetooth. Un conector USN adicional sirve para actualizaciones de software y, por último, el conector para el cable de alimentación. (Sobre este volveremos también más tarde).



Centrándome en la “pequeña” pantalla (que mal acostumbrado me ha dejado el Rose RS250), esta muestra información útil como la conexión de entrada que se está utilizando, el nivel de audio y la frecuencia de muestreo. Incorpora, además, algunos diseños de VU meters para satisfacer ese instinto primordial que se apodera de nosotros los aficionados al audio cuando vemos una aguja moverse al compás de la música.


La pantalla, por supuesto, cuenta con múltiples opciones de configuración, así como la posibilidad de apagarla por completo, la resolución es buena y el brillo suficiente.



El equipo descansa sobre pies de goma con un acabado metálico que contrastan bien con el cuerpo y dan una apariencia de calidad.


En general, tanto a la vista como al tacto, el equipo tiene una sensación agradable y de buenos acabados. Su operación es ágil y fluida. Funciona de maravilla debo decir. Los cambios en las entradas son acompañados por ese satisfactorio click de los relays internos que nos indican que algo está ocurriendo, aunque no sepamos muy bien el qué.


La unidad no dispone de mando a distancia, a diferencia de sus parientes con capacidades de streaming, pero la app que acompaña sí que tiene buena funcionalidad para realizar todas las tareas imaginables desde el móvil. La aplicación funciona sin contratiempos y no ha dado mayores problemas desde que tengo el equipo.


Como suena.


Entremos en materia. El Eversolo se integra al equipo principal en capacidad de DAC, atendiendo 2 frentes. Primero, como DAC externo para el Bluesound Node, otro recién llegado que nos ha cautivado por sus múltiples funciones y, en segundo término, como relevo generacional para el DAC de mi reproductor de CD’s, un Sony CDP-338ESD, que tiene más años que un bosque.



La primera conexión, con el Bluesound, es a través de USB (lástima, ninguno de los dos equipos tiene I2S) he utilizado, para esta conexión, el excelente cable Tellurium Black USB que, amablemente, AudioHUM me ha dejado para reseña (próximamente).


El resultado ha sido estupendo. Con Tidal el nuevo disco de Hermanos Gutierrez - Sonido Cósmico ha sido algo espectacular.


Por otro lado, el lazo que une al Sony y al Eversolo es un cable coaxial Wireworld Starlight 8. Para este tercio he tirado de un CD recién llegado, Mustard & Onions de Ghost Note, una mezcla de funk y jazz muy pero muy buena. Nuevamente, los resultados han sido muy positivos. Con una calidad de sonido y un rango dinámico espectacular, la grabación ha sido presentada con una claridad apabullante a través del Eversolo.


El resto del equipo está integrado por: Previo McIntosh C504, amplificador McIntosh MC502, cables de altavoz Tellurium Black, altavoces Taga Harmony B40 V4. Las conexiones RCA son también Tellurium Black y Final Touch Audio.


Hey, un momento. ¿No habíamos dicho que el Z8 tenía una salida para auriculares? Si, si que la tiene y esto también es importante. Al menos para mi. Puesto que el Z8 está llamado a sustituir al conjunto Ifi Zen Air que utilizaba para probar auriculares en mi escritorio. ¿Por qué? Pues por qué no puedo, ni quiero, tener redundancia. El amplificador de auriculares del Z8 es bastante capaz. Si, he dicho amplificador. No se trata únicamente de una salida, la misma cuenta con capacidad de amplificación, por lo que los auriculares de alta impedancia, hasta sobre los 300 Ohms, no le presentan un problema. Es posible configurar opciones de alta y baja ganancia y, como en las salidas RCA y XLR, la distorsión y ruido son mínimos.



Para probar la salida analógica, hice uso de los Hifiman Deva Pro. Mismos discos que con la prueba como DAC. El sonido, en el disco de Hermanos Gutiérrez, fue detallado y con muy buen escenario. Aquí preferí la posición de ganancia alta. El escenario fue positivamente amplio y con perceptible profundidad. Me hubiera gustado tener a mano auriculares más exigentes en cuanto a potencia, pero estoy satisfecho. El sonido ha dado en el clavo.


Datos Técnicos.

  • Chip convertidor D\A de 32 bits ES9038Pro, buque insignia de ESS Sabre.

  • El XMOS XU316 de tercera generación con mayor rendimiento y velocidad más rápida.

  • Procesamiento sincrónico de osciladores de reloj dual de alta precisión y baja fluctuación.

  • Circuito amplificador operacional OPA1612*8 I/V, tecnología de compensación de derivación de 8 canales.

  • Hasta DSD512 nativo, decodificación PCM768KHz@32Bit.

  • Óptico, Coaxial y USB soportan decodificación y renderizado completo MQA.

  • Módulo Qualcomm QCC5125 Bluetooth 5.0.

  • Arquitectura de audio totalmente balanceada, circuito amplificador diferencial y calibración profesional.

  • Salida de amplificador de auriculares de alto rendimiento, controlador de auriculares de 16-300 ohmios.

  • Pantalla LCD de 3 pulgadas, con diversos modos de vúmetro.

  • Fuente de alimentación de baja ondulación para garantizar una fuente de energía más pura.

  • APP exclusiva de control de teléfono móvil para control global.


Conclusiones.

Por si no ha quedado claro. El Eversolo Z8 lo compré con mi propio dinero, tras mucho escuchar y leer valoraciones positivas. Afortunadamente, ha sido todo un acierto. Digo afortunadamente por que soy firme partidario de que las opiniones de los demás son útiles, pero siempre es necesario contrastar uno mismo. (Esto es lo que se llama dispararse en un pie, un crítico diciendo que no se fíen de las reseñas). Pero vamos, que es así. A fin de cuentas, en temas de audio, el último filtro es siempre subjetivo.


Sincerándome aún más. Es difícil que el Eversolo no guste. Se trata de un equipo muy bien construido, con un look sencillo pero acorde a infinidad de otros equipos de alta fidelidad. La pantalla es un toque moderno y agradable a la vista, las opciones de personalización le permiten integrarse a casi cualquier sistema que podamos imaginar, en términos visuales. Me gustaría, en lo personal, que más allá de únicamente ofrecer 3 diseños distintos de vúmetros, permitieran la opción de personalizar el color de los mismos, así se ganaría infinitamente más en términos de personalización.



Desde el punto de vista técnico, el desempeño del chip ES9038Pro es de primer nivel. Las mediciones objetivas lo sitúan muy por encima de equipos con costes múltiples veces mayor al Eversolo. Las mediciones de jitter y ruido son bajísimas y el rendimiento está por encima de su rango de precio. Esto tampoco es garantía 100% de que nos gustará el equipo, pero si que da tranquilidad saber que la implementación de la electrónica está bien lograda y se ubica dentro de parámetros determinados.


En cuanto a conectividad, tiene las bases cubiertas. Muchas opciones de conexión, todas útiles. Aquí, si me permiten la crítica, me gustaría tal vez que alguna de las opciones de entrada USB se modificara por una conexión I2S, pero eso claro, es una preferencia personal. Tampoco es la norma (por ahora).


La operación es, como he aclarado previamente, altamente sencilla e intuitiva. La aplicación para el móvil funciona de maravilla, aunque una vez instalado, no haréis más de un par de clicks para elegir la entrada, como mucho. O, en su defecto, también el volumen si lo utilizáis como previo.


El sonido, cristalino y puro son atributos que se me vienen a la mente. Lo he dicho antes, el mejor DAC es el que no se escucha. Un incremento fraccional, pero incremento al fin de cuentas, sobre el DAC interno del Bluesound, podríamos decir, un pequeño paso para el streamer, un gran salto para el Sony. Los años no pasan en balde.


La ágil bandeja deslizante del Sony no ha parado de comer pequeños discos plata en las últimas semanas, el láser de proyectar su haz de luz y los circuitos de interpretar señales, todo para librar medio circuito que integra el componente, a fin de enviar sus interminables cerosyunos a través de un delgado hilo rojo hasta una caja negra de reducidas dimensiones. Dónde dos pequeñas agujas digitales bailan al compás del binomio de dígitos.


Todo esto se aprecia mejor, por supuesto, con un café en mano y se manifiesta al decir: “joder, que bien suena esto”. Así da gusto gastarse el dinero, que cada vez cuesta más trabajo de ganar.


Por cierto, al escribir estas líneas, revisando el texto para su publicación he asociado el Eversolo a un Servidor de muy alto calibre. ¿Los resultados? Lamento haceros esperar a la publicación de esa reseña. Pero, adelanto, muy positivos.


Dónde comprar.

En ánimo de la transparencia, reitero, yo compré mi equipo a través de Werner Barcelona. La atención es más que buena, es de lo mejor. Confianza 100% en sus consejos y observaciones, que tienen mucha experiencia.


Toda la línea de Eversolo, de la que solo se escuchan comentarios positivos, está disponible a través de ellos.


El PVP del Z8, al momento de la reseña, es de €699,99.


Galería.




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