Amplificador integrado Hi-End con una calidad de construcción, ingeniería y sonido de primer nivel.
Hace ya algunos años, mientras estaba de viaje, me encontré con algo de tiempo en un aeropuerto del sur de Vietnam. Sabiendo que pasaría ahí un buen rato, me di una vuelta por las tiendas que encontré abiertas y, en una de ellas, encontré un libro escrito por un tal Malcom Gladwell. Gladwell es un escritor canadiense con una prolífica carrera literaria. El libro en cuestión se llamaba Outliers. ¿Alguna vez os habéis topado en redes sociales con los vídeos que muestran trabajadores haciendo trabajos relativamente complejos con una facilidad apabullante? Estos que realizan una tarea, en apariencia compleja, de una manera sencilla.
En su libro, Gladwell expone la teoría de que se requieren unas 10,000 horas de trabajo para volverse un "experto" en una tarea determinada. Esta teoría, desarrollada originalmente por investigadores de la Universidad de Florida (entre ellos Anders Ericsson), abarca no sólo la explicación de lo que se requiere como mínimo para alcanzar la "maestría" en una tarea específica, sino también la importancia de partir de una base sólida de conocimiento y un buen maestro. Obviamente si se parte de una mala técnica o un mal facilitador del conocimiento, los resultados no serán positivos. ¿A qué viene todo esto? Verán, creo que he topado con un ejemplo, de primera mano, de lo que ocurre cuando alguien se convierte en un absoluto experto en su materia. Su nombre, Rolf Gemein, el creador de la marca Symphonic Line.
Symphonic Line es producto del genio de Rolf Gemein y, paradojicamente, el genio de Gemein es un producto del desarrollo de Symphonic Line. Me explico: Gemein es un apasionado de la música y la tecnología en equipos de alta fidelidad pero más aún es, bajo cualquier baremo, un maestro en el desarrollo de esta tecnología. Desde 1979, Rolf se ha dedicado al desarrollo de equipos de alta fidelidad bajo una aproximación tri-partita: Energía, fase y comprehensión. Las primeras 2 se basan en la arquitectura y capacidades del equipo y su efecto en la reproducción de la música a través de una pareja de altavoces, la tercera, esta relacionad a la percepción de dicha función y su efecto en el escucha.
Entre los logros de Rolf, encontramos el desarrollo de la tecnología pasiva de enfriamiento, mediante radiadores con un alto coeficiente de eficiencia. Utilizando un material propietario y desarrollado bajo sus especificaciones, los equipos de Symphonic Line obtienen mejor coeficiente de enfriamiento pasivo que otras marcas de reconocido prestigio, permitiéndole operar sus amplificadores en clase A sin tener que recurrir a sistemas activos de enfriamiento que produjeran ruido mecánico o electrónico y alteraran la pureza del sonido.
Por otro lado Gemein pone atención en el espectro más allá de la capacidad auditiva del hombre, pues estima que esta región de las frecuencias produce efectos sensibles en el tercer eje de su aproximación al desarrollo de equipos de alta fidelidad. Estos pequeños atisbos de la genialidad y visión de Gemein nos deben dar la indicación que, al encontrarnos frente a un amplificador de su casa, nos encontramos ante un equipo de verdadero desarrollo tecnológico. Veamos los resultados de tan interesante aproximación.
Es, por tanto, no únicamente la capacidad de innovar que admiro, sino la dedicación y la humildad de aceptar que, como todo en la vida, nuestro trabajo es siempre perfectible. Gemein persigue la perfección, no por vanidad, sino por un compromiso por la manera en que entiende la alta fidelidad y el disfrute de la música.
Construcción.
Solidez. Un diseño industrial cuidado y bien redondeado. El amplificador está disponible en frontal color metálico y negro, siendo este último el ejemplo que hemos recibido (Entiendo también existe una versión acabada en cromo, pero se trata de una opción sobre pedido y con un coste adicional). Se trata, a simple vista, de un equipo sin mayor pretensión, su carta fuerte la juega a la calidad de construcción, a su arquitectura y a su sonido. Esto, sin embargo, no significa que no tenga encanto. Por mi parte, admiro la sencillez y funcionalidad en el diseño. En el frente encontramos, con unos bonitos mandos redondos maquinados con exquisita terminación, los controles de encendido, fuente, salida y, por último, volumen. Siendo este el que presenta un mayor tamaño. De manera adicional, la hermosa marca grabada del nombre y modelo de la marca, nuevamente con un maquinado espectacular. Rematan el frente un conector para auriculares y un pequeño receptor de IR para las señales del mando a distancia.
En los costados y parte superior e inferior descubrimos pocos detalles, únicamente destaca la breve pero tentadora vista que ofrecen los puertos de ventilación, una somera indicación de la calidad de los componentes que se alojan en el interior de equipo y que, tímidamente, asoman a la luz.
Destaca, desde el interior, la bonita etiqueta con el nombre de la marca, ubicada sobre el transformador y en llamativos colores amarillo, verde y naranja. Como dato relevante y, a su vez curioso, lo que a simple vista es una etiqueta es, además, un damper. Sí, como lo leen. Se trata de un invento de Rolf, que tiene como finalidad prevenir que las vibraciones afecten la operación del equipo. Ya nos hemos llevado una sorpresa, pero el ojo no entrenado se detendrá ahí. Nosotros iremos un poco más a fondo. Vemos, en la imagen sobre el párrafo anterior, comenzando de izquierda a derecha en la parte central del equipo: Primero, los disipadores de calor, con el material propietario desarrollado por el propio Gemein, de importante tamaño y proporción.
En el medio del circuito de amplificación, acoplado sobre los condensadores de generosas proporciones y prestaciones, una tira de material sintético, parecido a una goma. Se trata de un polímero utilizado por Gemein para reducir vibraciones mecánicas. Llama la atención, al menos por mi parte, el aprovechamiento del disipador de calor como una barrera física entre el transformador y el circuito de amplificación. Entiendo, sin estar seguro técnicamente, que permite también aislamiento, aunque el transformador en sí, se encuentra encapsulado para impedir cualquier interferencia (la cubierta es de un compuesto llamado mumetal, especialmente diseñado por sus capacidades de escudar radiaciones electromagnéticas). Es obvio que cada no de los componentes y el diseño del equipo ha pasado por un proceso constante y continuo de mejora. Desde la selección de los componentes, hasta la arquitectura, disposición y materiales de los mismos. Impresionante el nivel de compromiso.
¿Veis lo que parecen pegotes de pegamento sobre los cables y condensadores? No, no es un descuido por parte del constructor. Se trata de una resina, para ser específicos, una resina que se llama C37 desarrollada por Dieter Ennemoser, un Luthier suizo que ha desarrollado el compuesto para la fabricación de sus violines. Rolf no ha dudado en adoptar este "oro líquido" para minimizar las nefastas influencias de posibles vibraciones en sus equipos, aplicando generosas porciones sobre todos los componentes que, físicamente, son capaces de vibrar en algún momento durante la operación.
Otra cosa. Lo ha adoptado y aplicado sin considerar, siquiera, el elevado coste del producto: €175 por 50 ml. La utilización de esta laca implica, no sólo un pequeño vistazo a la manera en que la mente de Rolf Gemein opera persigue la perfección, sino también refleja el compromiso profundo con hacer que sus equipos suenen lo mejor posible.
En la parte trasera, como comúnmente ocurre, se alojan las conexiones. Múltiples entradas y salidas que, a su vez, permiten que el amplificador se convierta en el centro de nuestro equipo. Encontramos entradas RCA para 2 conexiones de phono, como elemento a destacar, así como una salida para utilizar el equipo como previo y la salida a algún equipo de grabación. Completan el cuadro las entradas marcadas como CD, Auxiliar y Tuner (Radio). Destaco los terminales de conexión para los altavoces, de una solidez y acabado superior, un gusto utilizarlos. Notarán 2 puertos en la parte inferior del panel trasero, en este modelo, tapados. Son salidas para conexiones tipo XLR, opcionales en otros modelos de la línea.
Destaco, por último, el mando a distancia. He tenido, recientemente, algunos encuentros con mandos a distancia de dimensiones y peso a considerar pero, sin lugar a dudas, Symphonic Line se lleva el título con el mando que ha incluido con el amplificador. Se trata de una pieza sólida de metal, maquinado con un detalle increíble, botones de goma de colores y rematado por la etiqueta de la marca en la parte trasera. Impresionante y, a mi gusto, muy bien realizado. Seguro que este no se extravía entre los cojines del sofá.
Como suena.
Como siempre, vamos por partes. Dado que el Symphonic Line es un amplificador integrado, cuenta con diversas funciones que, en ánimo de la exhaustividad, es necesario abordar. Por un lado, lo he utilizado como amplificador, utilizando como fuente el conjunto de streaming integrado por el Bluesound Node y el Everzolo Z-8. Por otro, he hecho uso de su previo de phono incorporado, sirviéndome del tocadiscos Audio Technica y su cápsula en formato MC.
El cableado ha sido Final Touch Audio, tanto en corriente, como en altavoces, USB y RCA. En cuanto a los altavoces, al Symphonic Line le han acompañado los Graham Chartwell LS6. El tratamiento de corriente cortesía del recién llegado Lampizator Silk.
En su función como amplificador integrado, el Symphonic Line me ha dejado boquiabierto. Ha llegado para quedarse en el top 5 sin haber escuchado ni media canción. ¿Creen en el amor a primera vista? Pues esto ha sido amor al primer compás. En cuanto comenzó a sonar la música, quedé prendado del aparato.
Escuchando Outpost of Dreams - Norma Winstone & Keith Downes. La delicada voz de Winstone y el sutil piano de Downes nos presenta con una incomparable e íntima escena. Ahora bien, el piano es de esos instrumentos que nos revela, en una buena grabación, la calidad del equipo al que estamos escuchando. Por lo que hace al RG14, consideramos la prueba como superada con mención cum laude. Los extremos de los tonos y notas del instrumento, pilotado por Downes con indudable maestría, nos permite un atisbo de la capacidad técnica del amplificador que, sin mayor esfuerzo, representa simultáneamente ambos impulsos con profundidad, detalle, presencia y vivacidad. El silencio en los espacios de la grabación, tal como debe ser, negro y profundo, sin indicación alguna de ruido producido por el conjunto. Realmente un resultado excepcional.
Ahora pasamos a disfrutar con algo de Hard Bop, antes, una curiosidad. El CD que tengo es de una colección de Verve. Se titula Cannonball & Coltrane, en plataformas de streaming, no lo encontraréis como tal, sino como Cannonball Adderley Quintet in Chicago. La grabación es la misma. Estos 2 grandes del sax nos entregan una puesta en escena magnífica, animada y llena de ritmo. Las exploraciones de Coltrane en su instrumento nos elevan y nos sumen cual montaña rusa, en una capacidad lírica impresionante. La conversación que mantiene con Adderley, más "melódico" y con clara influencia de Blues es, simplemente, imperdible. La recomendación va aparejada de una pequeña advertencia, esta música es adictiva, un tanto más, os lo digo, si el Symphonic Line forma parte de la cadena. La presencia que impone a la reproducción musical es impresionante. Difícilmente se olvida la capacidad que tiene de pintar, casi en la sala y al alcance, a estos grandes del Jazz. El contraste entre Limehouse Blues y Stars fell on Alabama es, cuando menos, un atisbo a la capacidad de estos músicos de tocar cualquier cosa con swing y maestría incomparable. De igual manera, la adaptación del Symphonic Line a ambos extremos del espectro, nos recuerda de una manera paralela, que el equipo cuenta con la misma capacidad, en gran medida, a la maestría de su creador.
Por cuanto hace a su previo de phono, mención aparte, Gemein lo considera "un extra", pues lo incluye como un detalle para el comprador aunque entiende que, quien compre su equipo, seguramente seguirá otra ruta instalando un previo de phono externo, aún así, siendo un pequeño regalo, su rendimiento es fantástico. Se entiende que, en ese supuesto, ha hecho la sencilla tarea de integrar un circuito existente. Pues no. Se ha desarrollado. Y, además, incluye 2 conexiones RCA, es decir, se pueden acoplar 2 platos distintos. ¿El resultado? Excelente. Sin problemas supera previos de phono externos por un valor que ronda los €600-800. Esto atestigua no sólo la capacidad técnica de Gemein, sino su compromiso con la calidad.
El amplificador de auriculares es bastante bueno. Se agradece su inclusión y, en realidad, el conjunto de opciones que el RG14 ofrece, haciéndolo un integrado muy polivalente y válido para cualquier tipo de sistema. Añadiendo tan sólo una fuente, podemos disfrutar de él sin necesidad de recurrir a más equipos.
Para dar testimonio, con mi tocadiscos Audio Technica escuché a Clare Teal con la Syd Lawrence Orchestra, una grabación magnífica de Chasing the Dragon. Habiendo cambiado recientemente entre un par de previos de phono en un rango de precios entre los indicados puedo decir, sin temor a equivocarme, que la propuesta de Symphonic Line es espectacular. El disco en cuestión, importante no sólo por la calidad del material ahí contenido, sino por un proceso de grabación y masterización espectacular, fue fielmente rendido por mi sencillo equipo, con un sonido más allá de lo espectacular. Las texturas de la voz de Teal y la espectacular escena capturada por Mike Valentine en la interpretación de los músicos fueron llevadas a la realidad gracias al previo del Symphonic Line en una manera espectacular. Los detalles se dibujaban nítidos y definidos con una presencia importante. Cero ruido de fondo y una profundidad espectacular al rango dinámico. Sencillamente espectacular.
Siguiendo con la temática de Ella Fitzgerald, disfruté: Ella Fitzgerald Abraça Antonio Carlos Jobim. Una edición de Pablo Today (muy infravalorados por cierto). El escenario, presentación, tono y sonido fue de lo más agradable, una verdadera explosión de ritmo sonó con Somewhere in the Hills y no paró hasta terminar el disco por ambas caras. Imposible no seguir el tempo con los pies o no perderse en la voz de la Reina del Jazz. Con varios temas imperdibles de la historia de Jobim, el disco es una pasada, el Symphonic Line ha hecho justicia y luego un poco más para que, quien escribe estas líneas, disfrutara de un inolvidable momento. Pocos equipos permiten estas experiencias, tomarlo en cuenta.
Datos técnicos.
Potencia: 2x100W @ 8Ω.
Amplificación en clase A A/B.
Amplificador de auriculares.
Previo de Phono. MM/MC
Mando a distancia.
Conclusiones.
En su operación, el Symphonic Line ha dotado a la música de mayor "aire" en comparación a mi conjunto McIntosh. Y es que el Symphonic Line, si hubiera de asociarlo a un concepto, sería un excelente pintor de paisajes. No aludo al impresionismo de Monet, o a la abstracción de Kandinsky, me refiero más bien a un realismo como el de José María Velasco. Ha ganado en luz y en definición, retratando una escena mucho más realista. La música se presentó con una amplitud y timbre muy agradables, con la particularidad de una presentación brillante y atractiva. Los McIntosh presentan un grave más pronunciado pero, para ser sincero, no se echó en falta con el Symphonic Line, puesto que el resto de la presentación, como he mencionado, ganó en varios aspectos que considero positivos.
La potencia anunciada de 100W me sorprendió, siendo que he tenido amplificadores con mayor rating de potencia y que han tenido más problemas en trabajar con los altavoces que tengo en el sistema. Son, al parecer, 100W "de verdad". No creo que el Symphonic Line tenga ningún tipo de problemas en trabajar con altavoces exigentes ni a volúmenes de escucha elevados (para quien disfrute de esto).
Se trata, si duda, de un amplificador de excelentes prestaciones. Considerando que se trata tan sólo del modelo de entrada a la marca, espero grandes cosas del resto de sus hermanos que, seguramente, superan aún en prestaciones y sonido al pequeño. Vale la pena explorar la marca, si tan sólo es para apreciar el genio de quien los crea y dedica tanto tiempo a perfeccionarlos aunque, os diré, en el PVP de este equipo, no creo que tengan rival directo en cuanto a calidad de sonido ni componentes. La polivalencia del mismo, también sorprende. Fácilmente se convierte en el centro de atención, desde el punto de vista del sonido. Si tuviera que mudar a un integrado, el Symphonic Line estaría en mi lista de equipos.
Donde comprar.
Este y el resto de productos de Symphonic Line son distribuidos en España por Elektra Hi End. Sin duda, una de las tiendas de alta fidelidad de nuestro país con una de las más interesantes ofertas para el audiófilo. Les invito a visitar el resto de su catálogo, seguro que quedáis sorprendidos.
Al momento de la publicación, el amplificador reseñado tiene un coste de € 5.000,00 (IVA Incluido).
Galería.
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